jueves, 21 de febrero de 2008

Es tarde...

Es tarde para algunos, demasiado pronto para otros.

Siento frío, o quizá sea miedo, de saber que aquel calor no volverá, de absorber demasiado de lo que recibo, de ser más ellos que yo, de no vivir más que por lo que me llega, de no ser el primero, de no ser el último, de ser el único, de no serlo. De no ser yo.

No hacen falta manuales para vencer, y si se escriben y se leen es que el sistema no funciona como debiera, pero qué otra cosa cabe esperar. Al fin y al cabo, no somos nada más, ni nada menos, que humanos.

Y todo esto me pasa por improvisar.

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